RAQUEL APONTE

 

RA, Raquel, Raquel Aponte. Soy todas ellas y ninguna exclusivamente. Lo que une estas tres formas de identidad es un mismo hilo conductor: el amor por el diseño, la moda y el poder de las palabras. Desde mi adolescencia llenaba cuadernos con historias y entrenaba mi mirada estética a través de revistas de moda, películas, música, arte y conversaciones profundas. Entre todas mis pasiones, siempre predominaron tres brújulas: la moda, la imagen y la escritura. Ellas han guiado cada una de mis decisiones creativas y profesionales.
Desde 2005 he estado al frente de mi propia marca, con una larga etapa dedicada exclusivamente a la lencería. He diseñado para marcas nacionales e internacionales, he dirigido mi propia producción y, durante casi diez años, llevé RA INTIMATE como un espacio creativo y comercial. La pandemia, como a tantas personas, me obligó a replantear todo: cerrar dos showrooms que había construido con esfuerzo fue un golpe duro, pero también una oportunidad. Superado el duelo, comencé a mirar la industria, mi marca y mi propio trabajo con nuevos ojos. Descubrí que lo más valioso que tenía no era una colección o una tendencia, sino la conexión humana con las mujeres que vestían mis creaciones.
Como diseñadora he visto las luces y sombras de la moda. Es un universo donde la creatividad y la belleza conviven con presiones estéticas que alimentan inseguridades. Estudios señalan que una de cada cuatro mujeres siente que no tiene muchos motivos para sentirse orgullosa de sí misma, y que hasta un 88% desearía valorarse más. En mis años de atención a clientas confirmé esas cifras: muchas solo se atrevían a comprar lencería en ocasiones muy especiales, y casi siempre desde la inseguridad hacia su propio cuerpo. Pero la lencería, lejos de ser solo ropa interior, es un lenguaje de sensualidad, delicadeza y autoexpresión. Entender esto me llevó a actuar.
Lancé una campaña para humanizar la marca y acercarla a mujeres reales. Invitamos a clientas y amigas a posar en lencería, sin retoques ni perfeccionismos. Lo que descubrí fue revelador: diferentes edades, pero sensibilidades comunes. Todas buscaban lo mismo: una forma de verse a sí mismas con orgullo y amor. Ese día entendí que no soy una diseñadora que piensa solo en colecciones, y que mi marca no reforzaría estándares irreales. RA debía convertirse en un espacio sensible, empático y amoroso con las mujeres que la visitan. Así nació RA DESIGN: una voz y experiencia de mujer para mujeres, donde primero se construye una nueva mirada propia y luego, si se desea, se elige una prenda.
Hoy creo profundamente en la moda como herramienta de transformación cultural, fortalecimiento de identidad y autoestima, y expresión artística. Por eso, RA DESIGN es también un espacio de resistencia: un lugar donde las colecciones itinerantes se crean en pocas piezas por talla, diseñadas y producidas con calidad y cuidado; donde se respeta al planeta evitando la producción masiva y el desperdicio; y donde la experiencia de compra no se limita a vender, sino a inspirar y acompañar. Si encuentras algo que te enamore en mi tienda, mi consejo es que lo lleves: cada pieza es única y no siempre volverá.
La pandemia cambió mucho, pero nos dejó algo valioso: la oportunidad de reinventarnos con coherencia. Bienvenidas a mi nueva marca. Bienvenidas a RA DESIGN.